Sofreír vegetales: en una sartén, calienta un poco de aceite y sofríe la cebolla y el ajo picados. Cocina a fuego medio hasta que estén transparentes y fragantes. Añade la espinaca picada y saltea por 2 a 3 minutos, solo hasta que se ablande. Sazona con sal y pimienta. Retira del fuego y deja enfriar unos minutos. Aprovecha de precalentar el horno a 180 °C durante 20 a 25 minutos.
Preparar la base: en un tazón, mezcla las yemas con el queso untable hasta obtener una textura cremosa. Agrega la espinaca cocida (escurrida si es necesario) y mezcla bien hasta integrar.
Batir las claras: en otro tazón limpio y seco, bate las claras a punto de nieve, hasta que se formen picos firmes. Este paso es esencial para lograr un soufflé esponjoso. Incorpora las claras a la mezcla anterior con movimientos envolventes y suaves, sin batir, para no perder el aire.
Armar y hornear: vierte la preparación en un molde para horno previamente engrasado o con aerosol vegetal. Espolvorea por encima el queso rallado para crear una costra dorada. Lleva al horno precalentado. No abras el horno durante los primeros 15 minutos para evitar que el soufflé se baje.
Servir: retira del horno cuando esté inflado y dorado. Sirve de inmediato, ya que tiende a desinflarse rápidamente. Acompaña con una ensalada fresca y pan casero si deseas.
Ingredientes del kit:
1 cebolla pequeña, picada finamente
1 diente de ajo, picado
1 manojo de espinaca fresca (aproximadamente 300–400 g), lavada, picada y bien escurrida